En el año 54 mi padre
el pueblo tuvo que dejar
para irse a Madrid a trabajar.
Aquí se quedó su hija
también dejó a su mujer
con una hija en las entrañas
que nacería después.
Llegó y trabajo encontró
y al poco tiempo a su familia se llevó,
trabajo no le faltó
pero calamidades ni os cuento las que pasó.
Pronto una habitación tuvieron
y en un rincón su hija nació
haciendo él de comadrón.
Mi madre y mis hermanas
también querian ayudar
compraron unas máquinas
y se pusieron a bordar.
Después vine yo
y mi hermana me cuidó,
por eso la escuela
muy pronto dejó.
Tiempos difíciles pero felices,
sólo una pena llevaba,
no estaba en su pueblo del alma.
El tiempo le recompensó
a su pueblo regresó
y sus últimos días
en su manigua querida los pasó.
Elena Moreno Romero